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sábado, 3 de enero de 2009

Benedicto XVI reclama un Nuevo Orden Económico Mundial

El Nuevo orden mundial que derivará en el gobierno del anticristo tiene como pasos previos la instauración de un nuevo orden económico. El ocultismo trabaja de a poco, a fuego lento y nos lo van anunciando progresivamente para ir preparando las mentes de los desprevenidos.
Debemos poner nuestro enfoque en varios puntos clave como por ejemplo: Israel y medio oriente, la Unión europea y sus declaraciones, el Vaticano y las declaraciones de Ratzinger como su máximo representante, la tecnología y la implementación del microchip, la Onu y la difusión del sincretismo de la Nueva Era.
En este caso aparece una importante declaración de los pasos a seguir por esta gente. Ratzinger nos avisa que viene un nuevo orden económico, antes lo había anunciado Barroso, presidente de la Comisión de la Unión Europea, y un poco más solapadamente el mismo Barak Obama.

Esto que sigue son parte de las declaraciones de Ratzinger.
Benedicto XVI reclama un nuevo orden económico mundial
El Papa exhorta a «situar a los pobres en primer lugar» para hacer frente a la crisis
02.01.09 - AGENCIAS | ROMA


Niños libaneses saludan al Papa en la misa de Año Nuevo. / AP

El Papa Benedicto XVI pidió ayer «poner a los pobres en primer lugar» a la hora de hacer frente a la actual crisis financiera. Así lo declaró en la plaza San Pedro del Vaticano durante su tradicional saludo a los peregrinos del primer día del nuevo año.
Según el pontífice, «hay que leer la crisis en profundidad, como un síntoma grave que requiere intervenir en las causas» que han conducido a esta situación. «Poner a los pobres en primer lugar significa pasar decididamente a esa solidaridad global que el Papa Juan Pablo II ya había indicado como necesaria para concertar las potencialidades del mercado con las de la sociedad civil».
Benedicto XVI también destacó que «Jesucristo no organizó campañas contra la pobreza sino que anunció a los pobres el Evangelio para lograr un rescate integral de la miseria moral y material». Ante esta situación, el Papa renovó su llamamiento a todos, tanto «gobernantes como simples ciudadanos», para que «no se desanimen frente a las dificultades y fracasos y renueven su compromiso» en favor de «un orden mundial digno del hombre».
Esta fue la segunda ocasión del día en que el Papa hizo alusión a la crisis económica. La primera había tenido lugar poco antes, durante la homilía de la misa que presidió en la Basílica de San Pedro con ocasión de la festividad de la Madre de Dios.
La coyuntura económica internacional centró gran parte de su discurso, durante el que propuso «una revisión profunda del modelo de desarrollo dominante» para que el mundo redescubra y aplique los valores de la «sobriedad y la solidaridad».
En este sentido, «la actual crisis económica global tiene que verse como un banco de prueba» y leerse como un «desafío para el futuro y no sólo como una emergencia a la que hay que dar respuestas a corto plazo», destacó.

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