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miércoles, 25 de marzo de 2009

¡Es Hora de Despertar!

Se ha estado demostrando cómo los acontecimientos actuales están sumamente relacionados con las profecías referentes a los últimos tiempos. El propósito es despertar un interés hacia las profecías para crear conciencia de los tiempos difíciles que estamos viviendo y cómo estos nos anuncian la segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo. A nivel mundial vemos señales cumpliéndose tanto en el contexto social como en la naturaleza. Pero una de las más lamentables señales nos advierte de la tibieza espiritual que predominaría en la iglesia.

El pueblo de Dios, el cual debería estar anunciando las buenas nuevas de salvación y desenmascarando las tretas del enemigo de las almas, duerme plácidamente en su pobre cristianismo. Por largo tiempo se ha llevado el nombre de cristiano sólo en apariencia y procurado tener religion suficiente para sosegar la conciencia en una falsa seguridad. Pero la Palabra de Dios nos insta con urgencia a levantarnos del letargo en que estamos sumergidos. “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.” (Romanos 13:11) Es hora de despertarnos y comenzar a hacer la obra que Dios nos ha llamado a hacer. Ya no hay más tiempo de ser un cristiano inmaduro. Jehová cortará todo árbol que no dé fruto. ¿Cómo puede Dios derramar de su Espíritu si sus hijos no se vuelven hacia El? Los que no cultiven el carácter de Jesús en sus vidas serán fácilmente engañados y seducidos por las artimañas del enemigo. Como fieles mayordomos deberíamos estar atendiendo los negocios de nuestro Padre Celestial. ¿Dónde está la santidad de hombres y mujeres entregados por completo al Señor? Es tiempo de renovar nuestra entrega y nuestra fe.

La Palabra de Dios no sólo nos indica que la iglesia estaría “durmiendo” en estos tiempos finales, sino que además de estar viviendo en aparente piedad estaría viviendo una vida de mundanalidad. Por eso se nos advierte en Romanos 13:12-14: “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.” Es tiempo también de romper los lazos que nos unen al mundo para servirle enteramente a nuestro Dios.

Gran culpa del estado en que se encuentran nuestras iglesias hoy día recae directamente en los pastores y ministros de las mismas. Los cuales no han cumplido con fidelidad el sagrado ministerio que se les ha conferido. No denuncian la inmoralidad que está entrando en la iglesia, sino que para congraciarse con los miembros prefieren hacerse de la vista larga con tal de que éstos no se molesten y se vayan. La paz se paga muy cara cuando se logra a costa del estancamiento espiritual, cuando no hay ese compromiso real como para contender siquiera un poco. Mientras tanto la práctica del pecado se hace uso y costumbre en la vida de los cristianos, viviendo así en dos aguas.

La historia se repite una y otra vez. Si damos un vistazo a Israel, el pueblo escogido por Dios, vemos que los grandes culpables de su apostacía fueron sus líderes espirituales. Sus “pastores” eran insensibles, amantes del placer, esparcían el rebaño y dejaban descarriar las ovejas, en lugar de alimentarlas. Veamos algunos ejemplos.

Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente. Isaías 56:10-12


Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová. Jeremías 23:2

Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres. Jeremías 50:6

Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas. No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado. Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida. Ezequiel 34:2-10


En los tiempos de Jesús la situación no era diferente. Jesús tuvo una lucha campal con los líderes religiosos de su época, quienes estaban en las mismas condiciones.

Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. Mateo 23:13-15
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. Mateo 23:23

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. Mateo 23:25

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. Mateo 23:27-28


Lo triste de todo esto es que no ha sido diferente en nuestros días. Cada día surgen “pastores” con el único propósito de establecer grandes iglesias, porque han visto en ello un gran negocio. Y hacen grandes manisfestaciones de “poder” del Espíritu Santo y se levantan profetas en éstas con mensajes de paz y prosperidad, engañando a personas que con sinceridad buscan de Dios. “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2 Pedro 2:1-3)
Estos pastores se jactan de tener sus templos llenos a capacidad. Se placen en demostrar sus grandes “dones espirituales”. Falsamente enseñan la doctrina de la prosperidad, la cual llama la atención de ambiciosos que recurren a la religión como un amuleto para la ganancia de bienes materiales, sin importarles mucho una relación personal con Dios. Enfatizan en la riqueza material, pero para cubrir su pobreza espiritual. Su arrogancia espiritual es alimentada por los bienes que poseen. Esto es a lo que se referia Juan cuando escribió el mensaje a la iglesia de Laodicea: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:15-19)

Como se habrá podido dar cuenta, Satanás ha estado muy ocupado tratando de mantener a la iglesia dormida. Sabiamente ha utilizado sus recursos mundanos (los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida) para mantener ocupados a los cristianos y descuidar así los negocios que como hijos de Dios debieran estar atendiendo. Y por si fuera poco, ha entrado a nuestras iglesias trayendo estos falsos pastores, maestros y profetas para mantenerlos cegados en su estancamiento espiritual, engañados con manifestaciones falsas del Espíritu Santo y con interpretacciones erróneas de la Palabra de Dios.

Video del falso profeta autodenominado Jesucristo hombre
http://www.youtube.com/watch?v=vKceHgGKOcc


El farsante Benny Hinn expuesto en sus propias palabras

http://www.youtube.com/watch?v=N5YSO0TqlSk

Amado Hermano y Amigo, ¡no se deje engañar!

Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Mateo 24:23-27

La Palabra de Dios no puede ser mas clara. Su advertencia es precisa y sin dar lugar a dudas. Es necesario relacionarnos íntimamente con Dios, orando diariamente, leyendo su Palabra y pidiendo al Espíritu Santo de su guía y dirección. Pidamos a Dios discernimiento.

¡Dios te bendiga y te guarde!

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” 1 Juan 4:1

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